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Con la cartera guardada la economía no arranca

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 14 de octubre de 2014 Página Sección B

Con “La Reforma Hacendaria”, que realmente nunca lo fue, más bien es una reforma fiscal recaudatoria y aterrorizante de los ciudadanos, es imposible que la economía se mueva, veamos por qué. Quedaron con esta reforma un catálogo de “actividades vulnerables”, que aterrorizaron a toda la población y provocaron que la gente no quiera consumir y mejor guarde su dinero en la cartera, mientras el país se encuentra estancado o en franca recesión. Algunos ejemplos solamente: quien compre un vehículo o vivienda en efectivo, con valor superior a los $500 mil, deberá ser reportado a Hacienda como evasor fiscal por presunto lavador de dinero, asimilándolo a los narcos, aunque ni tan siquiera fume un cigarro regular. ¿Qué ha provocado? Que la venta de vehículos y casas de más de este valor se caiga, con las consecuencias que esto significa. Pero no solo eso, por otro lado prácticamente dejan de ser deducibles los vehículos en las empresas bajando aún más el límite que se tenía de 170 mil pesos, ahora ya solo pueden ser deducibles los carros muy pequeños, ni tan siquiera los medianitos. Quién deposite cantidades superiores a los 80 mil pesos puede ser encarcelado si se le aplica la ley del lavado de dinero que rompe con el sistema tradicional de pagos, de tal manera que cada vez que una empresa o persona física deposita una cantidad superior, debe de manifestar de donde procede dicho dinero, so pena de ser considerado lavador de dinero. Quien consuma en su tarjeta de crédito más de 50 mil pesos mensuales puede ser considerado evasor fiscal, lo que ha frenado el consumo, ya que antes y seguramente hay gente que lo sigue y lo seguirá haciendo, le cargaban en su tarjeta compras de su mamá, abuelita y después se lo cobraban. También hay que ver que muchos pagos no pueden realizarse nomás que a través de tarjeta de crédito, como son todas las compras por internet de aerolíneas, hoteles, etc., que no aceptan tarjetas de débito, de tal manera que una persona con su tarjeta de crédito puede estar cargando más de los 50 mil pesos mensuales, pero son por cuenta de su empresa o familiar y por éste solo hecho se le puede meter a la cárcel. ¿No es esto un terrorismo fiscal? ¿Por qué no hacen reformas fiscales que nos hagan más competitivos, que ayuden a la generación de empleos, que generen riqueza y nos ayuden a erradicar el hambre y la miseria que padecen el 60% de la población mexicana? ¿Por qué paralizar el país con políticas de terrorismo tributario y penalizar el sistema de pagos? A la mejor en los primeros meses la recaudación le puede bajar al gobierno, pero si tuvieran visión de estadistas, verían más allá de sus narices y le apostarían al futuro de sus ciudadanos. Mientras en el mundo las políticas fiscales van en un sentido, en México van en sentido contrario. En Alemania se exenta a los trabajadores que tengan dos empleos, acá se acumulan. En España se reduce el ISR a las empresas, mientras acá se sube. ¿Por qué no incentivar la compra de vehículos, así como la de vivienda, que son detonantes de la economía en cualquier país? ¿Sabía usted que el 70% de los recursos del INFONAVIT son dedicados al pago de nuevo seguro para el desempleo, que en mucho países más civilizados que el nuestro, son un verdadero problema? Así difícilmente se verá a un INFONAVIT pujante en la construcción de viviendas, como lo fue en los dos sexenios pasados. En el país algunos bancos cobran hasta $50 de comisión por sacar dinero del cajero automático y ahora por ley a todos los trabajadores se les debe pagar su nómina a través de tarjetas de débito, de tal manera que si quieren sacar $100, la mitad se las va a cobrar el banco. Así es imposible que la economía avance. Lo más grave es que mientras alguien no reconoce sus errores, no lo va a intentar corregir, porque ni cuenta se ha dado de la metida de pata, de tal manera que solo nos queda esperar a la reforma energética, a que vengan las compañías extranjeras a llevarse el oro negro y produzcan un bienestar temporal dentro de algunos años y después sigamos en la misma pobreza. Los mexicanos seguiremos con la cartera guardada y el país estancado.