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La vanidad fue su perdición

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 18 noviembre de 2014 Página Sección B

Casi a mediados del año pasado la señora Angélica Rivera, esposa del presidente Peña Nieto, apareció junto con su hija en un reportaje en la revista “Hola”, mundialmente conocida por la alta o muy alta sociedad del mundo, en donde la señora del presidente dijo que ellos vivían en Los Pinos, pero que sabían que esa residencia era prestada por 6 años y que su verdadera casa era esa, “La Casa Blanca”, dijo, queriendo imitar a la residencia oficial del país más poderoso del mundo, Estados Unidos. Nunca pensó, que la inteligencia de los reporteros de Carmen Aristegui y quizás algunos otros servicios de inteligencia, le seguirían la pista a la residencia oficial de las Lomas de Chapultepec en la ciudad de México, conocida ahora como “La Casa Blanca Mexicana”. Esta es la historia que hoy circula con virulencia en los medios electrónicos y que está acabando de hundir al gobierno “que sí saben cómo gobernar” y que en tan solo dos años, está a punto de hundirse. Esta residencia es una bofetada al pueblo de México, la haya adquirido como la haya adquirido, en donde la mitad de la población vive en pobreza extrema. La casa donde se dio la entrevista está valuada en 90 millones y se encuentra a nombre de una empresa filial de la constructora HIGA, que obtuvo contratos multi millonarios en obras en el Estado de México, cuando Peña Nieto era gobernador y además es la misma empresa que obtuvo la multi millonaria licitación para construir el tren rápido de la ciudad de México a Querétaro, licitación que se encontraba enturbiada como agua de un arroyo seco que le ha caído una tormenta. La semana pasada compareció el secretario de obras públicas de Peña Nieto ante el Senado y le fue bastante mal, ya que algunos de los senadores le dieron su paseada, entre los que destacó Javier Corral y al final de la entrevista le dicen que debe de cancelar la licitación de marras, pero el secretario contesta que eso es imposible. Para esa tarde el presidente Peña Nieto da la orden de cancelar la licitación y todo se viene abajo, que hubiera sido una vergüenza seguir adelante con este “negocito”. Ahora se dice que el gobierno mexicano va a tener que indemnizar a la constructora China, que está asociada con la constructora mexicana HIGA, por los daños ocasionados y dentro de esos gastos seguramente que van a querer recuperar los 90 millones del regalito a la esposa del presidente. Pero la investigación de Aristegui va más allá y se encuentra con que la casa que está a espaldas de esta residencia, que está valuada en 30 millones, también está a nombre de Angélica Rivera y resulta que esta residencia estaba a nombre de Televisa Talento, S. A. de C. V. la cual fue transferida a la señora de Peña Nieto, 14 días después del matrimonio de éstos, en lo que pudiera pensarse como un regalo de bodas o será por haber logrado el objetivo de que Televisa: entrar directamente a Los Pinos. La familia presidencial dice que la Casa Blanca no es del presidente, sino de Angélica Rivera y que están casados por separación de bienes y que la señora la está pagando en cómodas mensualidades. Ahora circula por internet la broma de mal gusto, donde aparece el nombre de Angélica Rivera con la aprobación de un crédito de INFONAVIT, por 87 millones que es el saldo que le queda por pagar, junto con otras personas que salieron aprobadas con créditos de menos de medio millón. La nombran Casa Blanca porque es de ese color por fuera y por dentro. Consta de 6 habitaciones para los hijos en una de las alas de la residencia, y en la otra ala está la suite matrimonial con jacuzzi y todas las amenidades posibles. La casa puede cambiar de colores al gusto, ya que cuenta con un sistema para poner la casa color de rosa, azul, morado, etc. No tiene la casa una biblioteca, bueno ni el más simple librero, ya que ninguno de los habitantes de la casa tiene el hábito de la lectura, como es de todos conocidos. Mientras la vanidad sigue campeando en la pareja presidencial, ya que prefirieron irse a China y Australia, que quedarse a enfrentar los graves problemas que tenemos. El país se convulsiona en la violencia, donde ya llevamos más muertos en estos dos años, que en todo el sexenio de Felipe Calderón. La economía se encuentra estancada y en una situación cada vez más delicada. La vanidad fue su perdición.