Nuevo León, en un dilema electoral.

El decepcionante desempeño de los partidos políticos en los últimos años, que los ha llevado al fondo de la aceptación ciudadana, por debajo de policías, diputados, ha provocado el "fenómeno Nuevo León", que tiene metidos a sus habitantes en verdadero dilema. Jaime Rodríguez, alias el Bronco, logró juntar las firmas necesarias para registrarse como candidato independiente al Gobierno de ese estado. Parecía que sería un evento sin mayor trascendencia en la elección, al grado que el mismo PRI le echó la mano al arrancar las campañas, pensando en "divide y vencerás". En el PAN, un excelente candidato y que sería excelente gobernador, Fernando Elizondo, cansado también de su partido, el PAN, decide abandonarlo y de inmediato consigue la candidatura del Movimiento Ciudadano, pensando en que la marca ya no importa en estos momentos y pensando en que el PAN iba a sacar de candidata a Margarita Arellanes, presidenta municipal de Monterrey, pero fue un grave error, ya que el candidato del PAN ganador de la interna es Felipe de Jesús Cantú (también el PRI pensó lo mismo y por eso mandó a Ivonne Álvarez, pero ambos se equivocaron). El Bronco, un ex priista de 33 años de militancia en ese partido, desde donde fue diputado y presidente municipal, con mala fama en ambos puestos, en el primero dicen que es golpeador de mujeres y en el segundo que robó bastante, lo suficiente para andar de candidato independiente, ¿si no de dónde trae dinero? Independiente lo único que quiere decir es que no tiene partido, pero sus raíces, su ideología y su forma de trabajar es la de un priista, que ya hemos visto hasta la saciedad los desvíos de fondos a sus bolsillos personales; el mismo presidente Peña Nieto y de muchos gobernadores de ese partido, empezando por el actual de Nuevo León, Rodrigo Medina, segundo estado más endeudado del país, después del Distrito Federal, seguido de Veracruz, Estado de México y seguidos del estado de Chihuahua con 42 mil millones de deuda. Todos ellos del PRI, excepto el del DF. El problema ahora es que el Bronco va en primer lugar en todas las encuestas, puntos más, puntos menos, seguido del PRI, luego el PAN y muy lejos Fernando Elizondo. ¿Qué va a suceder si éste llega a ganar? El estado de Nuevo León caería en graves problemas. ¿Cómo podría gobernar con un Congreso del Estado donde no tiene diputado alguno? ¿Quién sería su voz en el Congreso?, no sólo eso, sino que todos serían sus adversarios. Graves problemas cada año con el presupuesto estatal, con los nombramientos que tienen que ser ratificados por el Congreso. El estado podría caer en la inamovilidad y el caos. ¿Cómo gobernaría con todos los presidentes municipales de otros partidos? Se requiere de "aliados" en los municipios para poder bajar los programas de desarrollo regional o de combate a la inseguridad. ¿Cómo bajar fondos federales para el estado, sin un partido que lo apoye? No le va a bastar su aspecto de trailero vengador del pueblo, ni su cara de bandolero que nos puede asustar si lo vemos a media noche. Para ser gobernador se necesita tener aliados en todos los niveles de Gobierno. Se trata de la elección de un gobernador, pero no de un gobernador cualquiera, ya que es uno de los estados más importantes del país, por su producción industrial, por su población, sus universidades y su cultura. No se trata de la elección de un presidente municipal perdido allá en la sierra, como aquel candidato que iba por la reelección de la Presidencia Municipal y en plena campaña dijo que "sí había robado en la Administración anterior, pero nomás poquito" y lo volvieron a elegir y ahora sigue dando escándalos con sus fiestas de cumpleaños que le costaron más de 20 millones de pesos, seguramente de las arcas municipales. Un candidato independiente no puede llegar a gobernar el muy importante estado de Nuevo León. Fernando Elizondo, que va muy abajo en las preferencias, debería declinar a favor del PAN, ya que de otra manera ganará el Bronco, o Ivonne Álvarez, y cualquiera de las dos opciones son muy malas para este estado norteño, que siempre se ha distinguido por su pujanza. Nuevo León, en un dilema electoral.