¿No entendieron o su capacidad de desvergüenza es mucha?

En esta semana pasada se tuvo la Reunión Nacional Empresarial de Coparmex en la ciudad de Chihuahua, con la presencia de connotados líderes de diferentes partes del país, incluyendo al presidente nacional de la misma y al presidente nacional del Consejo Coordinador Empresarial. Se tuvo la presencia del presidente Enrique Peña Nieto y del gobernador César Duarte Jáquez. En lo que a mí me parece que fue un diálogo de sordos, fue que se llevó a cabo la reunión. Por un lado José Luis Barraza, ex presidente local y nacional de Coparmex, dio a conocer la creación de la iniciativa C1 Chihuahua Primero, que busca a través de la participación de todos los sectores de la sociedad propiciar el estado de derecho, donde las leyes se apliquen de manera clara, transparente, equitativa y eficiente. Es una verdadera necesidad para que el Estado deje los lastres de la corrupción y desigualdad en el pasado, dijo, ya que ocupamos el último lugar en la percepción de la corrupción en la lista de la OCDE, estando peor que nuestros competidores más cercanos como Colombia, Brasil, Chile y Perú. Las encuestas nacionales confirman lo que dicen las encuestas internacionales, ya que por ejemplo las cifras del INEGI, institución oficial, señala que el 81% de los ciudadanos consideran que la corrupción es frecuente o muy frecuente, es decir que la credibilidad en el Gobierno estatal o federal está pérdida prácticamente. El presidente de Coparmex nacional, Juan Pablo Castañón, propuso una reforma profunda del sistema de justicia que abone para lograr la confianza en las instituciones y recuperar la convivencia pacífica sin impunidad, y advirtió que sin el estado de derecho y de certeza, nada servirá para lograr lo que se requiere para el desarrollo del país. Más claro, ni el agua. Los empresarios hablando de la enorme corrupción que hay en todos los niveles de Gobierno, empezando por Peña Nieto con los escándalos de la "casa blanca", Malinalco, Ixtapan de la Sal, así como de su secretario de Hacienda Videgaray y sobre todo de la impunidad y cinismo con el que se ha manejado, ya que por menos que esto se han caído presidentes en otros países, como nuestro vecino del sur, Guatemala, que no sólo cayó, sino que lo metieron a la cárcel, pero en México no pasa nada. Y qué decir del gobernador de Chihuahua, entre otros gobernadores, la enorme corrupción nunca antes vista y sin que pase nada. Lo que dijo el nuevo gobernador de Nuevo León, el Bronco, al tomar posesión, delante de Rodrigo Medina, gobernador con fama pública: "Se acabó la fiesta de los rateros", eso es lo que hace falta en todo el país. ¿Cuál fue la respuesta del gobernador y del presidente?, igual que un diálogo de sordos. Duarte dijo que Chihuahua ocupa el 1er lugar en certificación de sus penales, por la asociación de correccionales de los Estados Unidos, por encima de sitios como Holanda y Suiza, ni más ni menos, y además van a recibir en los próximos días el reconocimiento en Sydney, Australia. También dijo que Chihuahua es punta de lanza en la justicia oral y que hay una disminución del 95% de los secuestros y homicidios. ¿Será por eso la impresionante seguridad que le tuvieron que poner a la visita de Peña Nieto? Peña Nieto en el mismo diálogo de sordos contestó que Chihuahua ha avanzado en seguridad, educación, atracción de inversiones y certificación de las cárceles. Me tocó coincidir en el aeropuerto con la llegada de Peña Nieto. Eran impresionantes los dispositivos de seguridad por parte de la Policía Federal, Estatal, Municipal, Ejército, con retenes kilómetros antes de llegar al aeropuerto. Al salir la caravana oficial del lado del área militar del aeropuerto detuvieron todo el tráfico, eran más de 30 Suburban negras, más otras tantas blancas, helicóptero sobrevolando la comitiva, ambulancias en la retaguardia para lo que se ofreciera... ¿Esa es la seguridad en que confían? ¿No entendieron el mensaje de los empresarios o la desvergüenza es mucha?