Bienvenido, Papa Francisco

El viernes en la noche llegó su santidad el papa Francisco a nuestro país, y desde que pisó tierra mexicana millones de personas se han volcado para verlo aunque sea de lejos. Como dijera Carlos Salinas de Gortari cuando recibió a Juan Pablo II y fue criticado por los come curas del PRI, y la respuesta del presidente fue contundente: "Ya quisiera cualquier político tener la popularidad que tiene el papa". Parece que les cayó del cielo a los gobernantes, ya que Enrique Peña se encuentra en el peor momento de su popularidad, sólo 4 de cada 10 mexicanos creen en él. Y aunque algunos otros Enriques (Serrano) que son candidatos a gobernador ahora se adornan diciendo que gracias a él es que el papa va a Ciudad Juárez, que cuando él lo invitó todos se rieron de él, dijo. Ahora ¡sólo falta que este candidato quiera adornarse con que el papa viene a Juárez gracias a é! Vergüenza debería darle, ya que si analizamos la gira de Su Santidad fue diseñada por él mismo y la invitación es directamente del presidente de la república, no de un presidente municipal. ¿Por qué fue diseñada por el papa la gira? Si vemos los lugares a visitar son aquellos de extrema pobreza, donde lo único que ha llegado es la corrupción de los funcionarios, pero no les han llegado el progreso ni la educación ni la salud ni la alimentación básica, y dentro de estos lugares va a Ciudad Juárez... ¡Sopas, perico! Para qué abriste la boca. Además vino a decir a los políticos que dejen de lado la corrupción, ya que ésta es la madre de todos los males de nuestro país. Que algunos medios han matizado los mensajes del papa, es otra cosa. Visitó el municipio de Ecatepec en el Estado de México, gobernado por Peña Nieto, que es el más poblado del país y que sólo le sirve como la gran reserva de votos, pero es donde hay más pobreza del país. Luego va a San Cristóbal de las Casas, donde nuestros mexicanos viven en un atraso económico y cultural al grado que en ese estado apareció la guerrilla del Subcomandante Marcos al final del sexenio priista de Carlos Salinas de Gortari. Termina su gira en Ciudad Juárez, una ciudad que ha sido asolada por los asesinatos, asaltos, robos, secuestros, sobornos a empresarios, al grado de convertirse en la ciudad más peligrosa del mundo. Ha mejorado bastante, pero aún así tiene grandes problemas de educación, transporte y de seguridad. El gobernador Duarte de Chihuahua (porque hay otro Duarte en Veracruz) salió muy criticón y de poca memoria. Con la masacre en el penal de Topo Chico, en Nuevo León, criticó al gobernador independiente el Bronco, le dijo que hay que tomar el toro por los cuernos, dejarse de tanta publicidad y se pusiera a trabajar, cuando apenas tiene cuatro meses de gobernador, ésta es herencia del priista Rodrigo Medina, a quien prometió meter a la cárcel por corrupto. Puede tener razón Duarte, pero ya se le olvidó a que a los nueve meses de que él entró de gobernador, sucedió lo mismo en el penal de Ciudad Juárez con 17 muertos y que en enero de 2011 hubo una fuga de 15 reos del penal de la ciudad de Chihuahua. En marzo de ese año desalojaron reos del mismo penal por motín y en Parral en mayo hubo una riña entre Mexicles y Aztecas. Luego en Juárez también hubo una riña y el entonces alcalde Héctor Murguía, el mismo que va por tercera vez de alcalde por el PRI, declaró que el penal estaba sobrepoblado, igual que Topo Chico. Termino con una frase que dijo el papa Francisco en su visita a la Virgen María de Guadalupe el sábado pasado, Madre y Emperatriz de América: "Sí, yo voy ahí para rezar por ustedes, para que los problemas de la violencia, de corrupción y todo lo que ustedes saben que está sucediendo, se solucione, porque el México de la violencia, el México de la corrupción, el México del tráfico de drogas, el México de los cárteles, no es el México que quiere nuestra madre, la Virgen de Guadalupe". Bienvenido, papa Francisco, que México reciba sus bendiciones, que tanta falta nos hacen.