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El barco del PRI ya está haciendo agua

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 22 marzo de 2016 Página Sección B

No cabe la menor duda que el barco del PRI hace agua por todos lados. Candidatos que se les caen, coordinadores que renuncian, candidatos que no prenden y no entusiasman a nadie. El regreso del presidente municipal de Chihuahua, Javier Garfio Pacheco, después de haber pedido licencia por tiempo indefinido y proclamar públicamente que no regresaría aunque no quedara de candidato a gobernador de su partido. Dicen que esta fue la única razón para convencer al suplente, el empresario Eugenio Baeza Fares, que le entrara y por eso entró con unas ganas desbocadas pretendiendo cambiar las 450 patrullas de la Policía Municipal, ya que las que tiene no sirven y son de modelos muy antiguos, las mejores son las pick up Ranger que se compraron en la época de Juan Blanco, hace ya más de nueve años. Pretendió cambiar todo el alumbrado público por la tecnología led. Despidió a más de 500 "aviadores" que cobraban como favores de la campaña del alcalde. Quería convertir en tan sólo nueve meses (duró tres) la institución de la Presidencia Municipal en una institución eficiente al servicio de los chihuahuenses. Se quedó en el intento. Le pagaron mal. Versiones hay muchas del regreso por tan sólo seis meses que le quedan. Desde que le dieron celos que Eugenio estuviera haciendo (o pretendiendo) tanto que ni en todo su trienio y el anterior sumados le iban a igualar. Otras versiones dicen que viendo que la campaña de Enrique Serrano a gobernador no prendía ni echándole gasolina roja, decidió regresar, no le fueran a cobrar la derrota a él como coordinador. Otra versión dice que el que ha mandado a su gusto y antojo en este sexenio, el gobernador Duarte, fue el que lo mandó de regreso para que desde la presidencia opere a favor del PRI, porque ven también la capital perdida y necesitan de ella para que Serrano pueda ganar, y aunque son de equipos diferentes a la candidata del PRI, no le quedó más que callar y obedecer, como sucedió con el magistrado Miguel Salcido, que lo metió de presidente del Supremo Tribunal sin llenar los requisitos, luego lo mandó a Educación y después éste se quiso regresar al tribunal y ya no lo dejaron, mejor lo jubilaron, sin tener derecho a ello. El caso es que a Eugenio lo regresaron a su empresa (de donde a lo mejor nunca debió haber salido), donde se debe encontrar haciendo la bilis del día y del resto del año. Otro herido en el largo camino de Duarte, que les va a costar mucho para la elección. Tanto autoritarismo termina lastimando a mucha gente. En Ciudad Juárez, la ciudad más poblada del estado, el candidato del PRI, que va por tercera vez para alcalde, parece que ya no levanta entusiasmo alguno y según dicen, el equipo de Serrano anda promoviendo el voto cruzado, es decir por candidato a gobernador del PRI y por alcalde por el independiente, el locutor del canal de televisión 44, o por la candidata del PAN que tiene una excelente aceptación por sus luchas sociales a favor de la gente de Juárez, por muchos años. El caso es que Juárez lo tienen perdido. El mismo gobernador Duarte anduvo diciendo a los cuatro vientos que el PAN tenía infiltrado al narco y resulta que acaban de tener que bajar a más de cinco candidatos a presidente municipal que están directamente involucrados en el narcotráfico. Dicen que más pronto cae un hablador que un cojo. La toma de posesión como candidato a gobernador de Serrano fue en un gimnasio cerrado a donde le llevaron mucha gente en camiones hasta de la Universidad Autónoma de Chihuahua, en una enorme diferencia con la de Javier Corral, que fue en la plaza de Armas, con todo el pueblo que quiso asistir, que fueron algunos miles. Ya desde ahí se va marcando la diferencia. El barco del PRI hace agua por todos lados. Una derrota anunciada.