Más de 300 años de concesiones

Desde hace más de 300 años que nos llegaron las concesiones a México a través de la Colonia. Se les llamaba encomiendas y los beneficiarios eran los señores encomendadores, en donde “por la gracia del rey” le concedían enormes extensiones de tierra para que las trabajaran, pagando un pequeño tributo (impuesto) al rey, pero los encomendadores eran dueños de vida y milagros de todo ser humano, río, montaña, minerales, etc. que se encontrara en el territorio encomendado. Eran amos y señores absolutos. Era una manera de mantener a la corona y de mantener el control de aquel vasto territorio que de otra manera no habrían podido controlar. Así nacen los señores feudales y los virreyes, que no eran más que lo mismo que los encomendadores, pero con más pompa y caché, ya que en algunos casos eran de la realeza de Europa que estaban en desgracia y los mandaban a América para que sobrevivieran. Las concesiones siguen hasta nuestros días, en otras modalidades, una de ellas es la concesión del transporte público en todo el país, pero nos enfocaremos al caso Chihuahua, con la llegada de Uber, la compañía de taxis más grande del mundo y que no tiene un solo taxi. Uber ha despertado la furia de los taxistas establecidos y ¡tienen razón en estar molestos! Por un lado el Gobierno los ha explotado hasta el cansancio, ya que les vende las concesiones, es decir el juego de placas para taxi, en 100 y hasta 200 mil pesos, ¿a cambio de qué? La autoridad debería ser vigilante de que el servicio se preste bien, sin abusos, pero nunca han querido poner el taxímetro al carro y cobran lo que quieren, traen los carros sucios, viejos, con los asientos en malas condiciones, etc. Y tienen razón de estar enojados: llegó la competencia a sacarlos de su área de confort. A mí también me gustaría que no llegara la competencia de mi negocio, pero siempre le doy la bienvenida porque es la que me hace mejorar. No he usado Uber en Chihuahua, pero lo acabo de hacer en Hermosillo. Del aeropuerto al hotel en los taxis del aeropuerto me cobraron $220. De regreso del hotel al aeropuerto Uber me cobró $85. La primera mañana tomé el taxi de afuera del hotel a la oficina, me cobró $50; de regreso de la oficina al hotel, Uber me cobró $25. La mitad que los taxis que ya están acostumbrados a tener su clientela “cautiva” no por el servicio, la atención y los buenos modales, sino porque no hay otra. Uber no es una empresa de transporte público, ya que al inscribirse la persona es un contrato privado entre uno y Uber, es como decir: yo hago un contrato con el vecino y cada vez que me lleve al aeropuerto me va a cobrar tanto. No es un taxi que ande recogiendo pasaje en la calle al que le levante la mano. Ahora el Gobierno del Estado acaba de publicar una convocatoria para dar 425 “concesiones” más de taxis o minibuses (ruteras), de las cuales 230 son para la capital del estado y 150 para las ruteras, es decir casi todas para la ciudad de Chihuahua. Llama la atención que a menos de dos meses de su salida, este Gobierno quiera llevarse otros 40 a 80 millones de pesos más por concesiones, ¿pensarán con eso resolver el problema del transporte público que ha sido un rotundo fracaso? Las ruteras cobrarán más que los camiones del Vivebús, pero menos que los taxis, aclaran las autoridades estatales, como si esto fuera un consuelo para el sufrido usuario diario del Vivebús. Llama también la atención la publicación de una licitación de Gobierno del Estado recientemente para comprar 64 unidades para la fiscalía: 41 pick up doble cabina, 7 pick up cabina sencilla, 13 vehículos compactos de 4 cilindros y 3 ambulancias. Llama la atención porque ha sido noticia de los últimos días que las patrullas de la Policía Estatal están paradas por falta de combustible, porque no le pagan a su proveedor y ya no les quieren surtir, ¿Para qué quieren más patrullas?, ¿para tenerlas paradas? Y por otro lado, si no tienen dinero, ¿cómo van a pagar los 43 millones (aproximadamente) que les van a costar las nuevas patrullas? Necesitamos terminar con 300 años de concesiones para que México avance.