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Un gobierno indolente

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 25 octubre de 2016 Página Sección B

Conforme pasan los días de esta nueva Administración estatal y municipal se van descubriendo los velos que cubrían las mejores apariencias, que no eran ciertas, de estos gobiernos priistas, que han dejado a nuestra capital y a nuestro estado en condiciones deplorables. Parecía que el Municipio estaba en buenas condiciones, pero ahora sabemos que hay un déficit de 600 policías para cuidar nuestra ciudad. Que hay también un faltante de patrullas, mientras la violencia, los robos, los asaltos y la inseguridad crecen día con día. También nos enteramos por los medios de comunicación, que el Impe (Instituto Municipal de Pensiones) lo dejaron con un pasivo a proveedores de 30 millones de pesos, lo cual hace que esta noble institución empiece a carecer de medicamentos y otras cosas que tanta falta hacen para la salud de los empleados del Municipio. En el estado es caótica la situación; se le debe a todo mundo: contratistas, servicios básicos como la luz, el teléfono, los celulares, gasolina, los seguros que protejan las patrullas y los vehículos oficiales. Proveedores de papelería, talleres de servicio, así como a empresas que prestan la seguridad en los edificios del Estado, de las estaciones del “estorbabús”, entre otros. Algunas de estas empresas son grandes, otras medianas y otras son chicas. Estas últimas son las que se encuentran en situación crítica, ya que para algunas de ellas que se les adeudan 7 millones de pesos, es ya de vida o muerte, pero la muerte o desaparición de la empresa representa la liquidación del personal que en algunos casos son más de doscientas personas, y si ya no tienen para pagarles la quincena, menos tienen para indemnizarlos. Algunas empresas medianas todavía pueden aguantar unas semanas sin recibir su pago, pero otras a las que se les adeudan más de 10 millones de pesos y desde hace meses, ya la situación se les empieza a poner peligrosa si no se les paga aunque sea una parte de lo que se les adeuda. También se deben hasta diez meses de renta en edificios que se tienen rentados y el dueño del edificio también ya no halla la puerta para cumplir con sus compromisos, porque algunos de ellos viven de esa renta. Se le debe también a otras partes del mismo Gobierno estatal, como son algunas descentralizadas, como Pensiones Civiles del Estado, a la que se le adeudan más de 800 millones, y por supuesto que las medicinas y aparatos ortopédicos empiezan a brillar por su ausencia y el servicio a los burócratas estatales no es ya el mejor que solía ser. Desarrollo Rural le debe a algunas organizaciones más de 150 millones de pesos, compromisos que prometió la Administración anterior y saludó con sombrero ajeno, pero no les cumplió. Pensaba que con esas promesas ganarían las elecciones, pero ni así lo lograron. Prometió al ejido Repechique crearles un fideicomiso como indemnización de las tierras del nuevo aeropuerto de la barranca de Creel, donde les depositarían 60 millones por año, hasta completar la cantidad prometida, pero ni el fideicomiso crearon y el aeropuerto que está prácticamente terminado, sigue sin operar por falta de cumplimiento de las promesas del Gobierno de César Duarte. El helicóptero que se cayó en el rancho del exgobernador Duarte y que luego “se incendió” no lo ha pagado la aseguradora, a pesar de que Duarte declaró que el Gobierno no sufriría daño patrimonial alguno, ya que el seguro había cubierto el costo del nuevo aparato, que costó $8.5 millones de dólares. No es cierto; el Gobierno estatal tiene demandada a la aseguradora, situación que no sabemos si se logrará. Un Gobierno indolente que compró y compró todo lo que se le ocurrió, sin pensar en pagar, salvo a sus proveedores consentidos. Nada más en la Secretaría de Hacienda hay 124 vehículos estacionados ¿Quién los usaba o para qué uso se compraron? Hay dos bodegas con muebles de oficina nuevecitos, que no se sabe para quién eran, o quién los solicitó. Un Gobierno indolente al grado extremo, por decir lo menos.