Reforma Educativa

Empezando este sexenio de Peña Nieto, convenció a todas las fuerzas políticas, incluyendo al PAN, de llevar a cabo varias reformas que se propusieron desde que el PAN ocupaba la presidencia de la república, y que los diputados y senadores del PRI se negaron a aprobar con Fox y luego con Calderón. Una de ellas fue la reforma educativa que apenas ahora se está poniendo en practica, es decir tres años o cuatro después de aprobada. El nuevo modelo educativo basa una buena parte en la evaluación de los maestros, a los que se les aplica un examen de suficiencia y si lo reprueban no pasa nada, todavía tienen otras dos oportunidades, es decir que se pueden preparar para el nuevo examen, tal y como se lo piden a sus alumnos que reprueban y si vuelven a reprobar, todavía tienen una última oportunidad de tomar el examen a suficiencia. Igualito quedó para los maestros, que no podía ser de otra manera. Lo que se le exige a los jóvenes estudiantes, con mucha razón para que puedan aprender y ser mexicanos de bien, es muy correcto que se les pida a los maestros. Pero ¿y a nuestras autoridades? ¿Porqué a ellos no les exigimos lo mismo? Desde el presidente de México para abajo, todos debieran ser calificados y si reprueban, se les da otra oportunidad, y si vuelven a reprobar, ya solo les quedaría la última y sino que se vayan a su casa, porque una autoridad que es reprobada y sigue en su puesto, causa mucho daño, mucho más que un maestro. Veía un video que me hizo el favor de mandar uno de mis cuatro lectores, como dice Catón, en donde el diputado Jorge Alvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, interroga en una comparecencia al secretario de educación, Enrique Nuño, que ¿por qué si el presidente Peña Nieto ha sido reprobado por el pueblo de México todavía continúa de presidente?, ya que su aceptación empezó arriba del 70% y ha ido cayendo hasta el 26% y escuchaba a Roy Campos de la encuestadora Mitosky, en la radio, la semana pasada, y decía que en general todas las autoridades del país han seguido cayendo y la que más había caído era la de la presidencia y yo me dije ¡más!, claro que el señor Campos no se atrevió a decir a qué niveles anda el presidente, pero algunos dicen que abajo del 20% y se salió con el resto de la información diciendo que también habían caído mucho la imagen de los diputados. El diputado le decía al secretario de educación, que así como el secretario decía ¿qué hacíamos con el maestro de mis hijos que ha reprobado el examen tres veces? Y el diputado le decía que ¿qué íbamos a hacer con un presidente de la república que ya ha reprobado muchas veces? Empezando con el evento de la Casa Blanca y terminando con la invitación al candidato Donald Trump, quién nos había insultado y amenazado de ida y vuelta y recibirlo casi como jefe de estado, cuando era un simple candidato, quién regresa el mismo día a Estados Unidos y se burla de Peña Nieto y a través del presidente, se burla de nosotros como pueblo. Ha sido una historia de fracaso tras fracaso. Tuvimos algunos grandes valores en el 2016, como fueron Olga Medrano y su medalla olímpica europea en matemáticas. Santiago Ramírez, el rarámuri que corrió el ultra maratón de 100 kilómetros en nuestra sierra tarahumara. Elisa Carrillo brillando en Alemania como bailarina. Los niños Triquis ganando la copa de basket ball en Barcelona. El doctor Sergio Gallegos y sus disfraces de súper héroe para combatir el cáncer infantil. Carlos Gaytán de lava platos indocumentado a chef estrella en EEUU. Edwing Ezequiel, indígena de Michoacán que ganó una beca para la Universidad de Stanford. Muchos mexicanos que nos hicieron sentir orgullosos como mexicanos, pero ninguno de ellos es político y menos el presidente de la república. Quizás entren en esta categoría de reconocimiento los gobernadores “El Bronco” de Nuevo León y Javier Corral de Chihuahua, al haber ganado la gubernatura, cuando parecía que tenían todo en contra, sobre todo el dinero de las arcas estatales que ahora vemos como estuvieron a disposición de los gobernantes anteriores. Digo que quizás porque les falta cumplir sus principales promesas, que en ambos casos fue meter a la cárcel a sus antecesores, Rodrigo Medina y César Duarte. Ojala que lo logren y se conviertan en súper héroes. La reforma educativa, es una reforma para todos.