La política del miedo

No cabe duda que estamos viviendo tiempos difíciles. En nuestro país tenemos a un presidente que no entiende que no entiende, pero lo no sé en el fondo si entiende que infundiendo miedo en la población, después nos la va perdonar o cambiar por algo más leve y todo mundo le va a quedar agradecido, recuperando Peña parte de la credibilidad que ya no tiene. Me explico. Han corrido muchas versiones en las redes sociales en que se oye la voz de “alguien” que dice que es de un seccional del PRI y que lo citaron a horas de la madrugada y que llevara a otros 5 más que no tuvieran empleo. Todos con moto y les pagarían mil pesos a cada uno. Sin moto, les darían 500 pesos. El objetivo: asaltar tiendas comerciales saqueando televisiones planas, refrigeradores y demás muebles domésticos. Luego nos pasan los videos, tomados no sabemos por quién, donde se ve el saqueo en todo su apogeo y la policía, bien gracias. Otros audios que circularon se oye una voz que dice que es un policía federal y que acaba de salir de una junta muy secreta y que los van a llevar a saquear centros comerciales. Otros mensajes en las redes dicen que realmente todo está planeado por López Obrador, que es el beneficiado para el 2018 con las torpezas de Peña Nieto, ya que el peje resolvería el problema convirtiéndose en el salvador y por lo tanto la gente votaría por él. Todas estas “brillantes ideas” de que el miedo es el más eficaz sistema que político alguno pueda usar, ya ven que César Duarte, desde su toma de posesión atemorizó a todo mundo, cuando dijo y lo hizo realidad: “El poder es para poder”, es decir cuidado porque hay les voy y haré lo que yo quiera y nadie me diga nada. Y así lo hizo. Claro que la justicia tarde que temprano llega y a este señor le va a llegar muy pronto. Pero el tema de infundir el miedo por el aumento de la gasolina, me parece que no hay tal, ya que no les da la cabeza para eso, simplemente se les ha salido de control las cosas al tomar decisiones torpes y luego al quererlas explicar se enredar peor, como la última declaración de Peña diciendo que si regresan los precios de la gasolina al precio anterior, tendrán que suspender la educación primaria porque esos 200 mil millones es la nómina del magisterios de primaria en el País. Más torpe no puede ser. El aumento a las gasolinas tan exagerado, 16% en el País y 60% en la zona fronteriza norte, nos indica que hay gato encerrado o más bien un gran felino, ¿Por qué en El Paso Texas vale $2.09 dólares el galón (semana pasada), que al tipo de cambio actual de $21.20 por dólar nos da a 11.80 pesos el litro, pero y ¿si lo compráramos por mayoreo? Seguramente tendríamos mucho mejor precio que simplemente ir a echar en la gasolinera de la esquina. Así que todas las demás explicaciones macro económicas, que nadie le entendió a Peña, son una verborrea de cifras para confundir más. En el caso de nuestros vecinos del norte, con su loquito de Donald Trump, parece que la política del miedo, (esta sí) es la que va a imperar o más bien ya está imperando a pesar que todavía le faltan 12 días para que tome el poder oficialmente, así que nos encontraremos a dos fuegos de política del miedo, pero desde diferentes ángulos. Trump ya amenazó a La Ford que si instalaba su nueva planta de automóviles en San Luís Potosí, que se atuviera a las consecuencias, que le iban a poner impuestos más altos que los producidos allá en Norteamérica. La Ford dobló las manos y acaba de anuncia que cancela su inversión de 1,700 millones de dólares. Ya lo había hecho con la fabrica de aparatos de refrigeración Carrier, quienes doblaron las manos también. Amenazó también a fabricas japonesas, como la Nissan y la Toyota que tienen grandes planes de expansión en México, quienes de momento no han dicho nada, pero estamos en ese peligro, ya que nuestro gobierno (volvemos a lo mismo) encabezado por Peña no ha dicho ni una palabra, ni ha tratado de convencer a los inversionistas con alguna contra propuesta. El problema más grave es que Trump anda buscándole tres pies al gato para invadirnos, tal y como sucedió cuando querían quedarse con Texas y a la hora de la hora se quedaron desde Obregón, Nuevo México, Arizona y Texas, la mitad del territorio. Ahora quieren nuestro petróleo, de nueva cuenta, aunque este caro, según Peña y nosotros en México peleándonos entre nosotros. La política del miedo llegó por el norte.