Un gobierno de odios

“Cuando uno levanta muros, está volviendo a la edad media. Si no encuentras otra manera de resolver los problemas humanos, estás dando marcha atrás en el tiempo”. José Saramago, novelista, poeta, dramaturgo, premio nobel de literatura en 1998, de origen Portugués, que murió en 2010. La frase anterior viene al caso ante la toma de posesión del presidente 45 de los Estados Unidos, Donald Trump, quién desde su campaña venía amenazando con levantar un muro de más de 10 metros entre México y su país, además que nosotros íbamos a pagar por su construcción. Iba a acabar con el tratado de libre comercio, ya que México los había obligado a firmarlo y ellos eran los perdedores. Además insultando a los mexicanos en general, ya que somos asesinos, violadores y en una palabra, la escoria de la humanidad. Amenazó y logró asustar a la Ford, Carrier, General Motors y anda con el petate del muerto asustando al que se deja, con la amenaza que les va a cobrar el 35% de impuesto a los que produzcan en México y lleven los productos a la Unión Americana. La diplomacia mexicana tiene un gran reto y lo grave es que Peña Nieto puso de nuevo a su querido amigo Videgaray, ahora en Relaciones Exteriores, después de Hacienda en donde no dio el ancho para nada y ahora llega a la jefatura de la diplomacia mexicana, diciendo que ¡¡no sabe nada, pero que llegaba a aprender!! De por sí la política exterior de México siempre ha sido muy pasiva o en el mejor de los casos ha sido reactiva y ahora que tenemos que tener todo un plan ofensivo, ¡Ponen a un novato! Como que en veces piensa uno que hay todo un plan para entregarle el país a los americanos. ¿Llegará a tanto la corrupción, llegaremos al extremo de la traición al estilo de Santa Ana que entregó la mitad del país, con tal de salvar su pellejo? ¿No sabrá Trump el tamaño de su vecino del sur? Somos la onceava economía del mundo; un millón de gentes cruzan diariamente de un país al otro legalmente con sus papeles en regla, ¿podrá un muro contenerlos? Somos su socio comercial más importante, más que cualquier país del mundo o la suma de varios de ellos. Gracias al TLC hay 14 millones de empleos en Estados Unidos. De cada dólar que ellos importan de México, 40 centavos son insumos de ellos mismos, cuando lo que importan de China solo lleva 4 centavos. En Estados Unidos viven 35 millones de Mexicanos, de los cuales el 80% están legales. Los güeritos no harán el trabajo que desempeñan los mexicanos y mucho menos por los salarios que les pagan a nuestros connacionales. Las escenas de Mr. Trump, en campaña y la toma de protesta, siempre con el puño cerrado en alto, en una actitud amenazadora. Ya amenazó a Alemania, Francia, China, a los musulmanes. ¿Pensará que puede declararle la guerra al mundo, dejará de lado a sus aliados históricos, incluyendo a su vecino que le cuida las espaldas del sur? Dicen que el enojo de Trump con México es porque hace algunos años cometió un fraude (ya ven que ni impuestos paga allá, menos acá) con unos terrenos en la playa de Rosarito Baja California, pegado a Tijuana y un juez lo obligo a pagar muchos millones de dólares y desde entonces está enojado con México, ya que él no sabe perder. No hay que por bien no venga, vamos a salir adelante con Trump o sin él. Ahora nos limitaron de 4 mil caracteres a 3 mil, así que la colaboraciones serán más cortas