Ni perdón, ni olvido

Decíamos la semana pasada que había sido muy mala para Chihuahua, ahora decimos que esta semana ha sido excelente, ya que la principal promesa de campaña del gobernador Javier Corral, de llevar a la cárcel al “vulgar ladrón de César Duarte”, se está llevando a cabo. Al día siguiente de las primeras tres aprensiones de algunos de los principales colaboradores de Duarte, algunos columnistas quisieron desacreditar la medida diciendo que era una manera de desviar la atención de la mal semana anterior o del pleito con Osorio Chong y Javier Corral, cuando el primero declara que “Chihuahua se nos descompuso muchísimo”, en referencia a la violencia y se le contestó que no solo Chihuahua, sino Guerrero, Michoacán, Tamaulipas y casi todo el País, se descompuso. También quisieron desacreditar los encarcelamientos, porque no se ha hecho nada de obra pública, cuando el desfalco fue de más de 6 mil millones de pesos, el Estado lo dejaron quebrado, no solo sin dinero, sino con enormes deudas corrientes a proveedores por más de 3,500 millones, adicionales a los 55 mil millones oficiales de deuda, lo que además llevó a la pérdida del crédito por parte del gobierno del estado. El colmo de este columnista fue descalificar al gobierno actual por los “evidentes actos de corrupción”, del gobierno de Corral, actos de los cuales no hay una sola evidencia, “ante lo cual tenía y tiene urgencia que los reflectores de la desaprobación social vuelvan al estado en que los dejó durante la campaña”. No cabe duda que algunos no quieren ver más allá de su nariz. Total aceptación de los chihuahuenses, incluyendo a los del PRI, al encarcelamiento de tres de los principales cómplices de Duarte y faltan muchos más, incluído el propio ex gobernador, quién ya ha sido boletinado por la INTERPOL en 190 países del mundo, para localizarlo, aprenderlo y mandar a Chihuahua, donde será juzgado. Esto fue más que sorpresivo, al menos para muchos como yo, en un golpe muy certero por parte del fiscal Peniche. Otro golpe certero, rápido e inesperado, fue el cateo que se hizo en casas y ranchos del ex gobernador, así como del recién fallecido diputado federal Carlos Hermosillo, en una de las ocho casas que tiene el diputado, se encontró una colección de más de 12 relojes Rolex y Cartier de oro, con valor de más de 200 mil dólares, así como motocicletas y carros de lujo, siendo que llegó como chofer de Duarte y en su declaración inicial del sexenio declara solo 200 mil pesos y al final declara más de 100 millones, en tan solo 6 años, con el sueldo que tuvo, sin gastar nada, solo juntaría unos 5 a 6 millones, pero multiplicó sus ingresos maravillosamente. El suplente del diputado Hermosillo, hizo el gran ridículo acuartelándose en el palacio legislativo de San Lázaro, hasta donde acudió el fiscal Peniche y junto con los diputados del PAN, impidieron que tomara protesta. Antonio Tarín García estuvo como director de adquisiciones de la dirección general de administración del gobierno de Duarte, los 6 años, era parte importante del cártel de Duarte. Se amparó para salir de San Lázaro, como lo han hecho una media docena de ex funcionarios y otra media docena de empresarios que estuvieron coludidos con el patrón, como le decían. Ni perdón, ni olvido.