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Un nuevo auditor superior del Estado

El Heraldo de Chihuahua Chihuahua, Chih. 2 mayo de 2017 Página Sección B

Finalmente las aguas tomaron su nivel, ya que se estaban poniendo muy alborotadas y entrando a callejones sin salida que íbamos a lamentar. Las declaraciones de quién era el coordinador parlamentario del PAN en ese momento, estaban ya salidas de toda razón, tono y lógica, porque bien sabían que la elección que habían hecho no era apegada a la legalidad, ya que Nachito Rodríguez no cumplía con los requisitos básicos de la ley de la auditoría superior del Estado y de la convocatoria emitida por el mismo Congreso, en varios puntos muy importantes y se supone que el Auditor Superior del Estado, de entrada debe de llegar sin sombra alguna de que va a realizar su trabajo apegado a legalidad, imparcialidad, honestidad y Justicia. No se quiere un “auditor a modo” de nadie, ni del gobernador, ni de alcaldes, ni de los mismos Diputados que lo eligen. Se trata de acabar con la corrupción que puede ser por el desvío de fondos públicos para uso particular del gobernante en turno, como del desvío de recursos para un fin distinto para el cual fueron aprobados, bien sea por el Congreso o por alguna otra instancia como el gobierno federal que manda fondos etiquetados para un uso muy bien definido. La corrupción que tiene postrado no sólo al Estado de Chihuahua, sino a muchos Estados del País, 23 de los 32 estados del País han sido saqueados por sus gobernadores y lo mismo sucede con el Gobierno Federal, que a pesar de que logró sacar adelante las reformas estructurales que quiso desde principios de este sexenio de Peña Nieto, nos encontramos estancados económicamente porque también han saqueado las arcas públicas Federal y los ejemplos los tenemos a la vista, la casa blanca de Lomas, la que tiene en Miami, en Merinalco, el despilfarro en los viajes al extranjero acompañado de más de 400 invitados y los vestidos del la primera dama de más de dos cientos mil pesos. Así no hay manera que el País avance y los mexicanos podamos tener una vida mejor y mas digna. Esto tiene que acabar. Tampoco se trata, como algunos medios y columnistas han pretendido hacer creer, que sólo se trataba de quitar al auditor que no “era a modo” del ejecutivo y en el fondo era un pleito entre dos grupos del PAN. El fondo era lo que planté en un editorial anterior, la elección no cumplía con los requisitos pedidos oficialmente para el puesto y por lo tanto el ejecutivo ejerció su derecho de veto y no publicó en el periódico oficial del Estado la elección del auditor y por lo tanto Nacho Rodríguez no era legalmente auditor, manteniéndose el que eligieron los mismos Diputados anteriormente, Armando Valenzuela, hasta una nueva elección . Tampoco se trataba con dijo al renunciar el señor Rodríguez, que se iba porque el Congreso había sido “tibio” como diciendo que no lo habían defendido. ¿Qué pretendía, caer en pleitos legales y seguramente que él mismo, entre otros, podían ir a la cárcel? No debe duda que no era la persona para el puesto. Por lo pronto Armando Valenzuela sigue siendo el nuevo Auditor.