Calladitos se ven más bonitos

Esta semana ha sido de muchos desatinos de los señores del PRI, que calladitos se ven más bonitos y se hunden menos de lo que ya están. El delegado nacional del PRI, Fernando Moreno Peña, ex gobernador de Colima, dijo que “Javier Corral toma de testigos protegidos a delincuentes”, es decir que acepta que los testigos protegidos son parte de la delincuencia organizada del ex gobernador César Duarte, y adelantó que no se iniciará ninguna investigación en contra de los ex diputados que han sido acusados por un testigo protegido de recibir un millón de pesos el año pasado, con tal de aprobar el nefasto endeudamiento en que nos dejaron a todos los chihuahuenses, y negó que exista algún proceso en contra de los ex diputados priistas, sólo faltó que dijera “ faltaba más”. Antes de la instalación del nuevo consejo político del PRI, a donde se esperaba la presencia de su “líder” nacional, Enrique Ochoa, que nunca llegó, “los rebeldes” se juntaron para ver qué propuestas podían hacer el domingo de la reunión. Víctor Valencia renunció al PRI en virtud de la tardanza en expulsar del seno priista al ex gobernador prófugo de la justicia, diciendo: “Ustedes privilegian conservar como militantes a vulgares ladrones como el ex gobernador de Chihuahua”. Valencia tenía 43 años de militancia, habiendo desempeñado innumerables cargos, como diputado, secretario de Desarrollo Urbano, secretario de Seguridad Pública estatal, dirigente del PRI, entre otros cargos. “Los rebeldes” no bajaron de “torpes y sin rumbo” a sus dirigentes y a un delegado nacional “cerrado y obtuso”. Sin temor alguno, reprocharon seguir con un sistema de partido donde “el primer priista del estado” ponía y disponía de candidaturas a su antojo, tratando de cuidar las formas dijeron que “no buscaban enfrentar a la dirigencia estatal o nacional, sino convencerlos de que se necesita hacer las cosas de manera diferente”. Los rebeldes lograron juntar a los personajes de mayor relevancia con que cuentan actualmente, sin embargo hubo ausencia de algunos, como los ex gobernadores Patricio Martínez, José Reyes Baeza, Fernando Baeza, entre otros. Cómo les hacen falta los buenos priistas como el recién fallecido don Luis Fuentes Molinar, político y periodista honesto a carta cabal, quien reconoció su derrota en 1983 ante don Luis Álvarez, siendo éste el primer alcalde del PAN en gobernar la capital del estado. La misma noche de su derrota, reconoce que perdió, sin embargo su partido, el PRI, lo presionó desde las más altas esferas, Manuel Barlett, en aquel entonces secretario de Gobernación del presidente Miguel de la Madrid, le llamó pidiéndole que no reconociera su derrota que era de 2.5 a 1, pero Fuentes Molinar dijo que “limpio recibí de mis padres mi apellido y así quiero entregarlo a mis hijos”, y así lo hizo. Descanse en paz un político de los buenos, don Luis Fuentes Molinar. Cuánta falta le hace al PRI gente buena como él. A los del “nuevo PRI”, como les llama Peña Nieto, les conviene más permanecer calladitos y tratar de resucitar su partido, antes que llegue el Peje con todos los que se han salido del PRI y nos gane a todos.