Por un México sin mentiras

El lema de la campaña para presidente de la República de Diego Fernández de Ceballos, mejor conocido como “el jefe Diego”, por el PAN en 1994, “por un México sin mentiras”, sigue teniendo vigencia hasta nuestros días a más de 23 años, porque tenemos cada vez gobiernos más mentirosos, que con tal de lograr sus objetivos mienten todo lo que sea necesario, roban del erario público hasta que se cansan, es decir que no tienen llenadera. En los últimos días se han dado a conocer ciertas noticias que pueden ciertas o no, pero en el fondo hay mentiras; por ejemplo salen las noticias que el cantante Julión Álvarez y el futbolista Rafa Márquez, según “dice” una lista de la DEA norteamericana, “pueden” estar involucrados y ser lavaderos de los narcos, particularmente de un narco recientemente detenido. Nuestro gobierno mexicano, más rápido que una liebre orejera, decide congelar todos los bienes de ambos sin haber tan siquiera una acusación formal, mucho menos una declaración de un juez para hacerlo, pero con tal de quedar bien con los americanos, congela todos los bienes de ambos. Por lo pronto a Julión Alvarez ya le empezaron a cancelar los conciertos que tenía contratados en diversas ciudades del país y a Rafa Márquez lo han dejado fuera del juego y uno se pregunta: ¿Por qué al exgobernador del estado de Chihuahua, César Duarte, no le han congelado todos sus bienes, cuando sobre él sí pesan órdenes de aprensión, tanto de un juez estatal y de otro juez federal? ¿Por qué al gobierno federal no le interesa aprehender a Duarte y por lo tanto al gobierno americano tampoco le interesa detenerlo y reportarlo o extraditado? Que no es lo mismo, pero ya lo podían haber hecho porque su visa de turista daba permiso para máximo de seis meses y ya tiene casi el año prófugo y “refugiado” en aquel país. “Casualmente” en estos mismos días, de manera de muy bajo perfil, recibimos la noticia que al otro gobernador Duarte, de Veracruz, le han quitado tres de los cinco cargos que le habían hecho, pera dejarle únicamente dos, es decir que al rato sale libre y si nos descuidamos hasta los doctores le tiene que pagar el gobierno de aquel estado, porque ya ven que los abogados de Duarte dicen que se enfermó en el gobierno de cleptomanía y que él en realidad no sé daba cuenta que robaba, casi como el otro Duarte cuando declaró a un medio nacional que “a lo macho que no me di cuenta de lo que firmé” un fideicomiso de él y su esposa por 65 millones de pesos, que se depositarían en el momento en que la Unión de Crédito Progreso se convirtiera en banco, para ser su principal accionista. ¿Son cortinas de humo para dejar en libertad a Javier Duarte? Ya que éste fue uno de los grandes aportantes a la campaña de Peña Nieto, al igual que el Duarte de Chihuahua. Otra noticia de la semana es que la PGR va a citar a Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, por la acusación que hizo la compañía brasileña Odebrec de haberle dado “una propina” de 10 millones de dólares para que los favorecieran con contratos. ¿Por qué hasta ahora? Cuando Lozoya, que abusó de Pemex en su beneficio personal, tema que trataré en una entrega futura, dejó Pemex hace muchos meses. Por un México sin mentiras.