En duda la elección del 2018

Este viernes 20 de octubre, el sistema PRI encabezado por el Presidente Peña, quitó al titular de la FEPADE (Fiscalía especializada para la atención de los delitos electorales), Santiago Nieto, que viene a enrarecer el ambiente político rumbo a la elección del año que entra. Es increíble que por 1era vez un fiscal de la FEPADE, que está actuando en contra de los delitos electorales, que es su obligación, sea destituido precisamente por ello. El motivo, hasta donde se sabe, fue que Nieto dio a conocer una carta que le envió Emilio Lozoya, ex director de PEMEX, pidiéndole que lo declarara inocente por haber recibido, según pruebas y declaraciones del mismo corruptor, diez millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht, que se supone fueron usados en la campaña del mismo Peña Nieto. Quiere el PRI, un titular a modo en la FEPADE, que no les investigue nada del enorme desvío de recursos públicos que ya están planeando hacer para poder ganar la elección presidencial, ya que el PRI es garantía de corrupción, aunque no todos lo son, pero la fama se la han ganado, y el pueblo sabe y piensa usar su voto electoral para no permitir que sigan robándose nuestro patrimonio y que México pueda avanzar como un País que se merece tener una mejor vida para todos y no para unos cuantos, que en un sexenio salen con los bolsillos repletos con el dinero de nuestros impuestos. El ambiente lo han seguido enrareciendo con el golpeteo mediático de los principales actores políticos, como es el caso de Ricardo Anaya presidente nacional del PAN a quién un día le pega el periódico El Universal, en 1era plana y al día siguiente también. Si a esto le agregamos el espionaje “pegasus” descubierto en meses pasados, donde se comprobó que el gobierno de Peña espiaba a personajes políticos y empresariales, de su mismo partido y de oposición, por supuesto, vemos con claridad el regreso de las peores prácticas autoritativas y antidemocráticas. ¿Dónde quedó ese “nuevo PRI” que tanto nos presumió Peña? Este mismo fiscal de la FEPADE, se había atrevido a expedir orden de aprehensión en contra del ex gobernador de Chihuahua, César Duarte y de Karina Velázquez, pidiendo el arresto y extradición del 1ero que se encuentra en los Estados Unidos, hasta donde se sabe y pidió el desafuero de la 2ª, quién es Diputada al Congreso de Chihuahua y presidenta del mismo, ya que ella era presidente del PRI estatal y recibió más de 60 millones de pesos del gobierno estatal para las campañas electorales del 2016 que perdieron estrepitosamente. Si el PRI quisiera realmente cambiar, necesitaría deshacerse abierta y públicamente de aquellos actores de su partido, que han sido tan corruptos. Sin embargo a César Duarte lo siguen manteniendo dentro de sus filas. La presidente municipal del PRI, Teokali Hidalgo, solicitó públicamente la expulsión de César Duarte, pero se hizo un silencio sepulcral y nadie ni de medio pelo se atrevió a secundarla, no se diga de nombres y apellidos de mayor reconocimiento. De seguir este camino, se corren muchos riesgos para la elección del 2018, porque el PRI la tiene más que pérdida, realmente la batalla será entre el loquito de López Obrador y El Frente Amplio del PAN, PRD y movimiento ciudadano. Como decía mi abuelita, Que Dios Nos Agarre Confesados.